Saltar al contenido
Instituto Movimiento y Salud

¿Aprender o practicar?

14 marzo, 2021

A clase se viene a aprender, se practica fuera. ¿Te ha parecido un poco categórico? Déjame que te lo explique. El chikung, aunque normalmente se aprende en grupo y queda muy bonito cuando vemos a un montón de gente coordinada moviéndose en armonía, la realidad es que esto va en contra de una práctica de calidad.

El chikung es una actividad que se debe practicar de forma individual para poder sacarle todos los beneficios. Esto es debido a dos razones:

La primera es que si la respiración debe dar soporte al movimiento, el ritmo respiratorio debe ser el tuyo propio

Incluso para nosotros mismos, este ritmo variará en función del día, del momento del día o incluso del momento de nuestra práctica. Por lo tanto, si quieres ser fiel a tu respiración, debes ir a tu propio ritmo

Si tenemos que ir acompasados con un grupo, lo normal es que vayamos frenados o acelerados respecto a nuestro ritmo ideal.

El segundo motivo es que durante la práctica del chikung, tu foco mental debe ser interno. Tenemos que estar centrados en las sensaciones de nuestra respiración, en puntos o líneas dentro de nuestro cuerpo, en inducir o reconocer sensaciones, en reproducir o escuchar sonidos o en visualizar imágenes. Sea lo que sea, está pasando dentro de ti y si te estás fijando en mantener el ritmo del grupo, estarás perdiendo el foco de la tarea.

Cuando estás en clase, tu atención debe estar saltando entre un foco externo y uno interno. En ocasiones tendrás que estar observando la técnica o escuchando las instrucciones del profesor y en otras tendrás que tratar de entenderlo, sentirlo e incorporarlo a tú práctica. Deberás repetir movimientos o fragmentos de movimientos para afinar la rutina y en todo momento deberías estar comparando lo que haces con lo que hace el profesor para encontrar los elementos que debes mejorar. Esto, como puedes imaginarte no es en sí misma, una actividad relajante. Es un espacio para el aprendizaje

Ya fuera de la clase, o más concretamente, fuera del tiempo de aprendizaje, tendremos que practicar. En nuestra práctica, trataremos de integrar todos los elementos que hemos aprendido en clase. Esta práctica es la que nos va a traer todos los beneficios asociados al chikung.

El tiempo de clase también nos va a traer beneficios, por supuesto. Te vas a estar moviendo por lo que harás una actividad suave y te relacionas socialmente, lo que puede tener efectos emocionales beneficiosos, pero no es ni de lejos lo que podemos conseguir mediante la práctica personal.

¿Entonces en clase no podemos practicar? 

Mucha gente busca en las clases unas sesiones de práctica dirigida, pero si quieres de verdad alcanzar la excelencia, cuando estés en clase, tienes que centrar tu atención en sacar el máximo partido a ese tiempo. Incluso en los momentos en los que se realiza la forma todos juntos, aprovecha para ver que es lo que está haciendo tu profesor o profesora, por si encuentras algún detalle nuevo. Y si antes te han explicado una cosa, lleva la atención a ese detalle para ver si lo has entendido o si te surgen nuevas preguntas. Si te habían hecho una corección, pon toda tu atención en comprobar que estás aplicando lo que te habían dicho. Es decir, aprovecha todo el tiempo de clase para la mejora técnica.

Luego más adelante, en casa, en el parque o en la playa, encuentra tu momento para practicar. Disfruta de esos minutos que dura la forma con la atención centrada en los aspectos internos.