
Se atribuyen indistintamente a Zhang Sangfeng, Wang Zhongyue y Wu Yixiang. En ocasiones se adjunta una nota, tanto en el Taijiquan Jing como en el Taijiquan Lun atribuida a Yang Luchan que dice “Este tratado fue dejado por el patriarca Zhang Sangfeng de la montaña Wudang con el deseo de ayudar a las personar de cualquier lugar a alcanzar la longevidad y no sólo como el medio para alcanzar la habilidad marcial”.
El Taijiquan Jing o «El Clásico del Taijiquan», lidia con temas de estructura, energía vital, intención y el manejo del propio cuerpo mientras se practica el taijiquan. El Taijiquan Lun o «La Teoría del Taijiquan», hace referencia a temas de movimiento y energía vital (jìn), estrategia y sincronización en la neutralización de un ataque de un oponente y esboza el logro de la “iluminación espiritual”.
Taijiquan Jing «El clásico del Taijiquan»
¿Qué es el taiji? Nace del wuji y es la madre del yin y el yang.
Cuando se mueve, se divide. En reposo se reúne.
En movimiento el cuerpo entero debería ser ligero y ágil,
con todas las partes del cuerpo unidas como si hubieran enhebrado un collar de perlas.
El qi debe estar despierto, el shen debe estar reunido internamente.
Las posturas no deben tener defectos, sin huecos ni protuberancias.
En movimiento, las formas no deben llegar a desconectarse.
El jin enraizado en los pies, generado desde las piernas, controlado por la cintura y expresado a través de los dedos.
Si la correcta posición y coordinación no se alcanzan, el cuerpo entero estará desordenado
y no se moverá como un todo integrado.
La corrección de este defecto se deberá buscar en piernas y cintura.
El principio de ajustar piernas y cintura se aplica para el movimiento en todas las direcciones;
Hacia arriba o hacia abajo, avanzar o retroceder, izquierda o derecha.
Si hay un arriba, hay un abajo. Cuando avances, ten en cuenta la retirada,
Al golpear a la izquierda, pon atención a la derecha. Todos los movimientos están motivados por el yi, no por lo externo.
Si el yi quiere guiar el movimiento hacia arriba, debe simultáneamente dirigir la intención hacia abajo.
Alternar la fuerza de tirar y empujar corta la raíz del oponente
de manera que será derrotado con certeza y rapidez.
Insustancial y sustancial deben ser claramente diferenciados.
Todas las partes del cuerpo deben estar enhebradas sin el mínimo resquicio.
El changchuan es como un río que continúa sin cesar.
Rechazar, desviar, presionar, empujar, arrancar, dividir, codo y apoyar se equiparan a los ocho trigramas.
Los primeros cuatro son las direcciones cardinales: qian, kun, kan y li.
Los cuatro siguientes son las cuatro esquinas: xun, zhen, dui y gen.
Avanzar, retirar, contemplar, mirar y asentar se equiparan a las cinco fases: metal, agua, madera, fuego y tierra.
Todos juntos forman las “Trece fuerzas”.
Taijiquan Lun «La Teoría del Taijiquan»
El taiji nace del wuji y es la madre del yin y el yang.
En movimiento se separan, en la quietud se combinan.
Sin exceso ni urgencia, sigue cuando se pliegue, pliega cuando se extienda.
Cuando el oponente es duro, yo soy blando esto es zŏu.
Cuando me adhiero al oponente se llama nián.
Si el movimiento del oponente es rápido, entonces yo soy rápido.
Si el movimiento del oponente es lento, entonces lo sigo lentamente.
Aunque la trasformación produzca diez mil resultados, el principio es inmutable.
A través de la competencia marcial, gradualmente se despierta el dŏng jìn.
Del dŏng jìn se progresa hacia el shéng míng.
Sin una práctica larga, ardua y persistente no se puede llegar a un conocimiento más profundo.
Vacía el cuello para llevar la energía a lo alto de la cabeza.
Hunde el qi al dantian.
No te inclines ni te apoyes.
Inesperadamente se esconde, ahora aparece.
Cuando el lado izquierdo siente peso, el lado izquierdo se vacía.
Si hay presión en el lado derecho, el lado derecho desaparece.
Alzando la mirada se vuelve aún más alto. Mirando hacia abajo se vuelve aún más profundo.
Avanzando, aún más se extiende. Retrocediendo, se hace cada vez más cercano.
No se puede añadir una pluma y una mosca no puede posarse.
El oponente no me conoce. Sólo yo lo conozco a él.
Un héroe moviéndose hacia la invencibilidad, por lo tanto prevalece sobre todo.
Hay muchos caminos hacia la destreza, pero a pesar de que usen diferentes poderes,
para la mayoría no van más allá de que el fuerte avasalla al débil y la lentitud cede a la rapidez.
El fuerte golpeando al débil y las manos lentas sometidas por las veloces
son los resultados de las ventajas innatas y no de un poder bien entrenado.
Considera el dicho “cuatro onzas mueven mil libras”.
Obviamente esto no puede ser una victoria a través de la fuerza.
Observa como un anciano resiste a una multitud. ¿Cómo puede ser debido a la rapidez?
Mantente de pie bien equilibrado. Parécete a la rueda de un carro.
Hundirse a un lado permite seguir. La fuerza simétrica se estanca.
Si uno ha pasado años practicando estas habilidades pero sigue sin poder neutralizar
y frecuentemente son vencidos por el oponente,
uno no ha solucionado el defecto del peso simétrico.
Si uno desea evitar este defecto, debe conocer el yin y el yang.
Adherir significa recibir. Ceder significa adherir.
El yin no puede abandonar el yang; el yang no puede dejar al yin.
Yin y yang se completan y transforman entre ellos.
Comprender este aspecto te permite alcanzar el “dong jin”.
Después de adquirir el Dŏng jìn, cuanto más práctica, más mejorará la esencia.
Memoriza en silencio y pondera en profundidad y gradualmente podrás lograr cualquier cosa que desees.
Fundamentalmente, “renuncia al egocentrismo y acepta a los otros”.
Muchos cometen el error de “despreciar lo cercano y buscar lo lejano”.
Se dice que “una ligera desviación derivará en un millar de pasos por el mal camino”.
El alumno deben distinguir con claridad, por lo tanto, este tratado.
Traducción original al inglés por Sam Masich
Traducción al español por Javier Arnanz