
Esa voz resuena en nuestra cabeza todas las mañanas tratando de atraparnos entre las sábanas, pero ser capaz de sacar partido a las primeras horas del día es el arma secreta a la que todo el mundo tiene acceso, pero sólo unos pocos son capaces de hacerlo. Si preguntamos a cualquier persona de éxito ya sea a nivel laboral o deportivo cual es la razón tras sus logros y sus niveles de productividad, sin duda nos dirá que es aprovechar el día desde primera hora y es que ya lo dice el refranero… “A quien madruga, Dios le ayuda”.
Pero podemos encontrar el motivo de esta ayuda divina en algo más terrenal y es la interacción de la hormona del sueño, la melatonina, con la hormona del estrés, el cortisol. La glándula pineal en nuestro cerebro libera melatonina al anochecer y durante la noche y durante el día su cantidad en sangre va disminuyendo mientras que aumenta el cortisol. Éste, tendrá su pico de producción, dependiendo de la duración del día y la estación del año, sobre las 6:30, cuando sólo queda un poco de melatonina en sangre. Desde un punto de vista hormonal, será entre las 6:00 y las 9:00 cuando alcanzaremos nuestro nivel de rendimiento mental óptimo.
Así que, si esto no termina de convencerte para no dejar que se te peguen las sábanas, te doy unas cuantas razones más:
- Empiezas preparado. Ese tiempo extra te permite hacer tus prácticas de taichí, chikung, meditación… lo que acondicionan al cuerpo y a la mente para estar preparados y activos para las tareas que le vienen a continuación.
- Es mi momento. El día y todas sus demandas te absorben fácilmente y no queda lugar para la introspección y autoconocimiento. Si no estamos con alguien, estamos haciendo tareas o pasando tiempo en redes sociales y cada vez estamos más desconectados de nosotros mismos. Este momento sin distracciones nos sirve para mantenernos conectados con nosotros mismos.
- Tomar ventaja. Este momento de calma previo a la tormenta puede ser el más productivo para sacar ciertas tareas adelante y poder empezar el día con más tranquilidad.
- Disfrutar de la belleza. No se es consciente de la belleza del amanecer hasta que no se experimenta. No es sólo ver las luces cambiando en los edificios, sino ser consciente de la paz que se respira incluso en medio de la ciudad antes de que ésta se despierte.
Lo único que hace falta para poder hacer uso de este arma secreta que potenciará tu día es hacer pequeños cambios en tu rutina. No cenes demasiado tarde, no te enganches demasiado a la televisión y olvida internet por la noche para poder irte pronto a la cama. Despiértate pronto y aprovecha el día desde primera hora. ¡Ya habrá tiempo para dormir de más en el cementerio!