Saltar al contenido
Instituto Movimiento y Salud

Saca partido a tu práctica

9 diciembre, 2017

Practicar no es sólo repetir la forma. Cada vez que realizamos nuestras rutinas deberíamos tener en cuenta algunos detalles de manera que cada repetición nos haga sacar el máximo partido en vez de ser una simple copia de la experiencia anterior.

Lo primero que debemos considerar es que cada ejecución de nuestro trabajo técnico debe estar enfocado a un objetivo y eso hará cambiar la manera en la que afrontamos la técnica. Podemos considerar tres momentos diferentes de práctica:

Aprendizaje

El objetivo es incorporar nuevas técnicas o depurar o profundizar en las que ya se tienen. Es el principal modo de práctica que debemos tener en clase. Nuestra atención debe estar en la medida de lo posible en el profesor. No es un momento para el disfrute personal sino para tratar de captar tantos detalles como sea posible. No es nada raro ver en clase a alumnos que cuando el profesor realiza la forma con ellos, no aprovechan la oportunidad y se ponen con los ojos cerrados o mirando para otro lado, perdiendo numerosas oportunidades para corregir errores o captar detalles.

Mejora

Cuando ya se conoce una rutina se aprovechan las repeticiones para integrar los principios o detalles que mejoran la ejecución. Consiste en concentrarse en un objetivo concreto y revisar todo el trabajo con él en mente como por ejemplo, un tipo de respiración en concreto, ajustar los hombros, mantener la alineación de la espalda, etc. La atención estará centrada durante toda la ejecución en la consecución del objetivo.

Este método de práctica se realizará en los momentos de clase dedicados a la práctica personal y en nuestro tiempo de entrenamiento particular. Es muy importante dedicar tiempo a este modo de entrenamiento para no estancarse técnicamente, aburrirse o abandonar.

Es muy habitual pedir a los alumnos que repitan una serie sobre la que se ha estado detallando y después de hacerlo un par de veces digan que ya lo han hecho o que antes de empezar ya estén preguntando cuantas veces hay que hacerlo. En estos momentos, cuantas más oportunidades tengamos para dominar algo, mejor. Si sólo se piensa en terminar esto para pasar a lo siguiente es que no se está aprovechando el tiempo de ejercicio.

Mantenimiento o disfrute personal

Cuando ya se conoce la rutina y se tiene calidad técnica, es el momento de disfrutar de la práctica y sacarle todo el partido. La atención estará relajada y siguiendo las especificaciones del tipo de trabajo que se esté realizando.

Este tipo de trabajo es particular y se realizará fundamentalmente fuera de clase en el tiempo de práctica personal.

 

Ser consciente del momento en el que nos encontramos para gestionar el tipo de práctica es fundamental para optimizar el tiempo del que disponemos sacándolo el máximo partido. Al iniciarnos o al empezar con alguna rutina nueva debemos centrarnos en la práctica para el aprendizaje o en la práctica para mejora. Cuando tenemos ya una cierta independencia y calidad técnica podemos dedicar tiempo al disfrute personal de la actividad, pero deberíamos intentar que al menos un 50% del tiempo de práctica sea buscando mejora a través de objetivos de entrenamiento.

Cuando nuestra calidad técnica es elevada es muy fácil caer en la tentación de sólo hacer práctica de mantenimiento o disfrute personal y es muy importante no olvidar que siempre hay algo que se puede mejorar o sobre lo que profundizar por lo que hay que hacer un esfuerzo de encontrar tiempo para poder seguir haciendo práctica de mejora.