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Instituto Movimiento y Salud

Entrenamiento de las formas

3 agosto, 2020

Antonio Leyva es una de las figuras de referencia que debes conocer si practicas taichí en España. Ha comenzado a publicar de manera periódica en su canal de YouTube "Youngerboy" charlas muy interesantes que comparten los modos que nosotros tenemos de ver el taichichuan. Le hemos lanzado el guante para que escriba un artículo y lo ha recogido. ¿Qué es lo que debes saber sobre el entrenamiento de las formas?

En esta entrada, vamos a abordar los métodos y a sugerir algunos consejos para conseguir que el entrenamiento de forma sea realmente provechoso.

¿Que son las formas?

Las formas son secuencias de movimientos donde se codifica todo el conocimiento de un sistema.

-Índice de técnicas

Ésta es la primera y más evidente función de las formas. Es el índice donde se recogen las técnicas más características del sistema, y donde cada una representa una categoría (más o menos amplia) de técnicas y aplicaciones.

-Índice de conceptos

Ésto resulta ya algo menos evidente, pero en las formas se ejemplifica el modo «correcto» de usar el cuerpo en el sistema, las mecánicas de movimiento, postura, coordinación…

Su estudio ya no es algo que se aprecie a simple vista, sino que exige atención e instrucción detallada por parte del profesor/maestro y mucho trabajo personal, «cruzando» los conocimientos teóricos con los prácticos.

-Índice de estrategias

Éste es el aspecto menos evidente y por ello quizás uno de los más importantes asociado al estudio de formas. Si los dos puntos anteriores serían el «qué» y el «cómo» del uso de un sistema como el Taijiquan, el tercero representa el «por qué» y sólo con este entendimiento, deja uno de ir a ciegas por la vida y su progreso se fundamenta en criterios objetivos.

¿Cual es la razón de ser de las formas en Taijiquan?

En un contexto histórico como el del pasado rural de China, cuando por supuesto no existía como hoy en día el recurso del vídeo y las grabaciones cinematográficas quedaban fuera de cualquier presupuesto y con un acceso limitado a la producción editorial de libros, la codificación del conocimiento en series o formas, resulta ser un método muy efectivo e ingenioso de conservar el conocimiento, dependiendo tan sólo de un recurso siempre disponible como es la propia memoria.

De este modo, se configura un ingenioso sistema de organización nemotécnica del conocimiento, ajena a la disponibilidad de recursos externos.

Por otro lado, las formas se configuran como una sofisticada herramienta multinivel, que nos lleva desde la mera secuencia coreográfica a los niveles superiores de conocimiento en el marco de un único contenedor multifaceta y multipropósito.

Las formas son mucho más de lo que parece a primera vista

Una forma, no es un elemento «cerrado» sino en realidad, un conjunto de áreas de estudio, con versiones y ramificaciones del conocimiento.

A su vez, se constituye en una herramienta de progreso permanente que guarda en su interior, por sus propias características y naturaleza, un potencial formador y formativo que excede del contenido que original y conscientemente fue colocado en ellas por creadores de las mismas. se trata pues de una herramienta capaz de proporcionar logros que exceden a los propios objetivos ¡y conocimientos! de sus propios creadores.

¿Cómo se deben de usar las formas?

Lo habitual es que el alumno aprende una secuencia coreográfica de movimientos realizados en solitario al aire, repitiendo esta serie de forma ciega durante años, en la esperanza de que se producirán de alguna manera «indeterminada» mejoras y progreso en el practicante.

Aunque puede suceder que partiendo de unos planteamientos tan «pobres» en origen, se alcance un alto nivel, es algo que pasa necesariamente por superar esa actitud «pasiva» y ya sea de un modo consciente o bien a través de un proceso madurativo del practicante, se evoluciona de la mera repetición a la actitud de estudio.

Lo cierto es que «todo» está en el interior de las formas, pero sacarlo a la luz, es un proceso que requiere la participación activa del estudiante para que esto suceda.

Una forma es como una mina de oro. El oro «está ahí», pero sin «cavar y cribar», escondido en el suelo, carece de un valor útil. debemos pasar del «valor potencial» al «valor práctico». Y de eso trata este artículo.

FASES DE ESTUDIO

1. Aprende la coreografía

Se trata en primer lugar en hacer lo que hace todo el mundo, aprender esa coreografía. Es equivalente a adquirir una herramienta. Ahora deberíamos aprender a demás a utilizarla.

En esta fase inicial, es frecuente oír la estúpida frase «ya me sé la forma»… Algo comparable a aprender el alfabeto y pretender que se sabe escribir o incluso ¡que se es escritor!

2. Comprender la forma

A todos los niveles. Estamos además en una fase que en realidad nunca se culmina, sino que implica un progreso continuo y permanente.

2.1 Estudio de aplicaciones

El aprendizaje de las formas no puede regirse por la prisa. Aprende cada secuencia una a una, dedícale el tiempo que sea preciso a cada una de ellas y no te preocupes por «cuanto» sabes, sino por la «calidad» de lo que sabes. Aprende con precisión cada movimiento, su desarrollo coreográfico , realizado al aire. Entrena diversos ejemplos de aplicaciones del mismo con compañeros. Lleva a la forma lo que has entendido gracias al trabajo de aplicaciones con compañeros. Esto último es fundamental. Forma y aplicación, no son exactamente lo mismo, pero constituyen la cara y la cruz de una sola moneda. Forma y Función no pueden ser cosas sin relación. Si estudias sin tenerlo en cuenta, fracasarás.

Cuando entrenes en solitario, teniendo en cuenta lo que aprendiste con compañeros, accederás a una nueva gama de sensaciones, conocimientos y claves de movimiento y estrategia. Y podrás ser consciente de como afectan a tus sensaciones internas. Atesora ese conocimiento «vivo» y úsalo cuando vuelvas a trabajar con compañeros.

El trabajo combinado de aplicaciones y entrenamiento de forma en solitario, es como el uso de las dos piernas para subir escaleras, un pie (forma en solitario) te lleva al siguiente peldaño de habilidad, tanto en tu capacidad en solitario como con compañero. Pero el siguiente escalón, lo debes de subir con el otro pie es decir, el trabajo de aplicaciones. Y el siguiente escalón de nuevo forma, siguiente aplicaciones… Esta escalera, no tiene fin, ¡sigue subiendo! y no te quedes en el primer peldaño. Según subas, disfrutarás de cosas cada vez más y más especiales que no puedes imaginar en los niveles más bajos.

2.2 Estudio de estrategia

Los diferentes elementos de las formas y como se encuentras dispuestos en la coreografía responden a criterios de estrategia y no al mero capricho o a la improvisación.

Cada paso combinado con cada técnica, cada técnica encadenada con la siguiente, responde a criterios de estrategia que debes desvelar. Aunque el ejemplo del maestro/profesor es aquí casi imprescindible, la actitud proactiva del alumno respecto al estudio en esta fase, es determinante.

2.3 Mecánicas de movimiento

Cada arte, cada estilo, tiene sus propias mecánicas de movimiento y el modo peculiar de realizar cada movimiento tiene que ver precisamente con ésto. Por esa razón es tan importante prestar atención a detalles que pueden parecer caprichosos, pero que no lo son en absoluto.

2.4 Comprende el método interno

De nuevo, hay una serie de conexiones, de coordinaciones, que exceden lo meramente visual y que deben estar presentes en nuestro estudio y entrenamiento de formas, ¡porque en realidad, están ahí!.

Ésto implica por una lado una actitud activa de estudio y práctica, pero también, existe un aspecto pasivo, de maduración a lo largo del tiempo por parte del propio practicante, que por repetición incansable, va «forjando» un cuerpo con ciertas conexiones.

Es esta fase que la que da la razón a quienes esgrimen que el nivel en un estilo interno como el Taijiquan requiere de largo tiempo… Pero sólo si las fases anteriores se han cumplido,pues en caso contrario, sin «semilla» no hay nada que «madurar».

Métodos de entrenamiento «con garantía»

A continuación vamos a ir proponiendo algunas ideas sobre el aprendizaje y estudio de formas, que en nuestra experiencia, contribuyen a resultados exitosos.

1. Aprende los movimientos paso a paso

Aprende las secuencias sin prisa, una a una, combinando la práctica en solitario con la práctica de compañeros (aplicaciones).

La mejora «escalonada», combinando el trabajo en solitario con el entrenamiento con compañeros, eleva nuestro nivel de comprensión y solo entonces se hace posible incrementar de un modo efectivo nuestro nivel de habilidad.

2. ¡Déjate guiar por los principios teóricos!

Maestros de altísimo nivel, han basado toda su práctica en seguir un reducido número de principios. Apréndelos, ¡síguelos!. Sin su guía que te oriente, careces de criterios para poder evaluar si progresas , te estancas o degeneras.

En el pasado, estas «instrucciones orales» donde se exponían los principios, eran el «secreto» que un maestro decidía pasar o no a un alumno y determinaban de un modo casi definitivo si éste progresaría a los niveles más altos o no… Hoy por hoy, están a un click de tu ratón.

3. Entrena y estudia las formas de modos variados

Repetir una forma completa de inicio a fin, es tan solo uno de los posibles modos de entrenar, pero hay mucho otros. Prueba a repetir una sola secuencia, toma conciencia de tus aciertos, ¡toma conciencia de tus fallos!. Si siempre realizas la forma completa, va a ser muy difícil que puedas corregir fallos. Para cuando el movimiento se repita y puedas prestarle atención habrá pasado demasiado tiempo y tú habrás corregido el fallo y repetido el movimiento un número demasiado escaso de veces.

Antes de empezar, decide que principio o aspecto técnico (o de cualquier otra índole) va a dirigir tu práctica en esa sesión. Céntrate en ese aspecto, y aunque no debes ser indulgente con fallos respecto a otros principios, no te ocupes de ellos en este entrenamiento. Pero vigila tu calidad de ejecución a la hora de seguir el principio que has elegido. Puedes hacer ésto, con una sola sola serie o con la forma completa. Puedo decir honradamente, que éste ha sido (y sigue siendo), mi «secreto» para mejorar a lo largo de los años.

4. ¡Saber parar!

Si entrenando te vuelves consciente de un error que te acompaña de forma permanente en tu práctica ¡PARA! Seguir entrenando con ese error, lo único que hace es que tu nivel de habilidad en «hacerlo mal» ascienda cada día un poco más.

Analiza el error, mira donde se produce, si se repite siempre en la misma serie, si es un error presente en todos tu movimientos, o si se presenta de modo aleatorio en cualquier serie de la forma. Y cuando hayas llevado a cabo ese análisis, EMPIEZA A CORREGIRLO DESDE CERO.

Si, desde cero, desde el primer movimiento. Entrena con actitud vigilante, ¡olvida la idea de terminar la serie!, cada vez que detectes ese fallo, para y repite la serie donde se ha producido, hasta que deje de hacerlo. Vuelve a empezar y sigue hasta que el fallo vuelva a aparecer.

Mi experiencia es que si no actúas así, perpetuas el error. Y que si sigues mi consejo, el error habrá sido controlado y erradicado en gran medida mucho antes de haber terminado de repasar la forma completa.

5. Sé curioso, inquisitivo, inconformista y experimenta

Conocer lo que «si es» me ha resultado tan valioso como ser perfectamente consciente de lo «que no es».

Aquel que sólo conoce el conocimiento correcto, anda por una fina línea y si por cualquier razón se sale de ella, se pierde, cae y tiene muy difícil volver a la vía correcta.

El que conoce lo que hay a los «lados» de la práctica correcta y «ortodoxa», entiende la naturaleza de los errores y los aciertos y comprende en que consisten los fallos. Y más importante, también descubre que la linea por la que transita, es en realidad mucho más gruesa de lo que percibía. Así, donde otros sienten que andan en una cuerda floja, tú te sentirás tan tranquilo respecto a «caer por el borde» como si estuvieras caminando por campos de futbol, o enormes praderas de un campo de golf…

6. Las formas no son secuencias sagradas

Las formas, como hemos visto, tienen muchas funciones. En su función de transmitir conocimientos de generación en generación, no deben alterarse y se deben mantener lo más fieles posible al original. Sólo así podrás acceder a todo eso que aun ignoras que está dentro de la forma.

Pero en su dimensión «educativa» como «herramienta de instrucción», debes considerarlas como un «Mecano», como un «Lego». Son un conjunto de piezas con las que puedes construir el modelo que está impreso en la caja, pero también puedes (y deberías) ser capaz de construir tus propios modelos a partir de las piezas originales. Sólo entonces realmente tu entrenamiento será Taijiquan y no una mera «danza».

No tengas miedo a «trastear» con ellas, ¡son para eso!. Respeta el original, tenlo siempre a mano, porque te va a hacer falta, pero no olvides que no son más que herramientas para tu progreso, están a tu servicio ¡no tú al suyo!

La forma muestra un ejemplo evidente, pero recoge de forma implícita un innumerable número de posibilidades ocultas. Y tú y yo LAS QUEREMOS TODAS.

7. Si tienes una duda, ¡busca respuestas en la forma!

Ahí está la respuesta a esa pregunta que tú te haces hoy, desde que el creador de esa forma la diseñó. Lo hizo pensando en este momento.

Mira a ver «que dice» la forma. Y si se plantean varias respuestas posibles y no tienes claro cual es la correcta, pruebalas, pregunta a tu profesor, ¡pregunta a los «grandes»! En la actualidad, es posible encontrar videos de los maestros de alto nivel más relevantes desde mitad del siglo XX. Es muy raro que ellos, contesten directamente a tus preguntas, ¡pero sus formas si que lo hacen si miras de modo adecuado!

8. Relaciona conocimientos

Todo está en la forma y tu trabajo, es aprender «dónde». cada cuestión, cada matiz que aprendes, se relaciona con todo lo que ya tenías y conocías.

Si tienes 100 conocimientos puntuales, aprender uno nuevo, no deberías saber 101, sino ver como se relaciona este nuevo elemento con cada uno de los anteriores, dando un cómputo potencial de 100 elementos nuevos a sumar a los anteriores.

9. Estudia en un camino de «ida y vuelta»

Ve de lo particular (técnica/movimiento) a lo general (principio teórico) y adquiere conclusiones. Y después haz el camino inverso y partiendo del principio teórico, concreta en lo puntual (técnica y movimiento).

10. ¡No colecciones formas!

En el pasado, los grandes maestros condensaban todo su saber en unas pocas formas (a veces, en sólo una). Si analizas una forma según los criterios dados en este artículo, verás que la mayoría tienen elementos coincidentes en un altísimo grado. Por lo general suelen ser sólo brillantes detalles lo que diferencian una forma de otra, siendo todas igualmente interesantes y ricas en sus matices.

Céntrate en una y si estudias otras, céntrate en descubrir esas diferencias y enriquece tu «sabiduría» con la suya. Pero no te limites a coleccionar movimientos muertos. Las formas son mucho más que eso.

Puedes ver la charla original de este artículo en el canal de Antonio Leyva

Puedes saber más sobre Antonio Leyva y su escuela en su web escuelaliuzhenyuan.com y seguirle en su canal de YouTube.