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Instituto Movimiento y Salud

Cuidados para el Invierno

21 diciembre, 2016

Los tres meses del invierno conforman el periodo estacional en el que la Naturaleza experimenta su máxima interiorización; los árboles y algunas plantas se secan o se quedan sin hojas, los ríos se congelan y todas las criaturas se recogen en sus nidos, cuevas o madrigueras. Es la época más Yin de todo el año, los días son más cortos y hace más Frío y Humedad; por lo que, durante esta etapa, la energía Yang del ser humano, al igual que los seres vivos que permanecen en contacto con la naturaleza, debe encerrarse y concentrarse en el interior del organismo para poder preservar la salud de cara a la siguiente estación. Esto implica que el metabolismo del ser humano se torna más lento, dando prioridad a la función del Riñón, el gran protagonista del invierno y el encargado de que nuestras actividades vitales se adapten a los cambios que la Naturaleza experimenta. Para lo cual es imprescindible que éste sea nutrido y tonificado adecuadamente, preservándose, sobre todo, del Frío.

Tanto el Riñón, como, su entraña pareja, la Vejiga están relacionados con el elemento Agua, el cual representa el origen y el inicio de todo nuevo ciclo. Así, el agua que fluye es símbolo de vida y símbolo del Tao y representa la blandura, la flexibilidad y la suavidad, pero al mismo tiempo representa también la irresistible potencia –y tanto la Tierra, como el ser humano están constituidos por un 70% de agua, medio esencial a través del cual se llevan a cabo las funciones básicas de nutrición y excreción-. Los Riñones almacenan la energía más sutil y profunda del organismo, el Jing o Sustancia Basal, que proviene; de una parte, de los padres (Cielo Anterior), de la otra, del Qi que se extrae de los alimentos y la respiración (Cielo Posterior). El Jing del Riñón es el encargado de determinar, tras nuestro nacimiento, tanto la constitución básica, como nuestra fuerza y vitalidad, gobernando el desarrollo y controlando los huesos, los dientes, el cerebro y la médula.

Otra de las funciones del Riñón es la de participar en el metabolismo de los líquidos y captar la recepción del Qi del Pulmón y se dice que éste abre sus orificios en los oídos, en la uretra, en el conducto espermático y en el ano. Desde el punto de vista de la MTC, el buen estado de éste órgano podrá observarse en el aspecto saludable del cabello.

Los Riñones y el elemento Agua gobiernan sobre los sentimientos y las emociones, por lo que es muy importante que durante esta etapa conservemos y mantengamos la tranquilidad del estado anímico, aprendiendo a regular y controlar aquellas emociones que sean negativas. De esta manera, si el elemento Agua se encuentra equilibrado, tendremos fuerza de voluntad, flexibilidad, persistencia, intuición, reflexión y empatía; si, por el contario, el elemento Agua se halla en desequilibrio, no tardará mucho en expresar su malestar haciéndonos extremadamente vulnerables, dejándonos llevar por el miedo, la rigidez, la incapacidad para mantenernos relajados o incluso padecer depresión.

En relación a la dieta, la premisa fundamental para la preservación de la salud durante el invierno es la de “encerrar el calor”. Por este motivo, debe insistirse en la ingesta de alimentos de naturaleza neutra, templada y una cantidad moderada de calientes:

  • Así pues, durante esta estación se recomendarán alimentos provenientes del mar (como las algas y el pescado de profundidad), los cuales tienen la cualidad de reforzar los Riñones, al igual que aquellos que son de color negro (como la tinta del calamar, la soja negra o el sésamo negro). Igualmente, se aconseja incorporar a nuestra dieta: cereales (como el trigo sarraceno, la cebada, el arroz, la quinoa o la avena), frutos secos (como las castañas, las nueces, los piñones, las avellanas, las almendras, los dátiles, las pasas y los higos), legumbres (como los azukis y las lentejas), carnes (como el pollo, el cordero y la ternera), huevos, pescado blanco y azul, gambas, calamares, sepia y pulpo.
  • Como gran tónico para el Riñón, se recomienda la incorporación del miso a nuestras comidas, ya que contiene un 10% de sal y tiene propiedades mineralizantes y alcalinizantes.
  • Las verduras más aconsejables para esta temporada son, principalmente, las raíces como la zanahoria o el nabo. Pero también es recomendable el consumo de remolacha, lombarda y col.
  • En lo relativo a las frutas, deberíamos añadir a nuestra dieta aquellas que sean propias de la temporada como las manzanas, las mandarinas, las naranjas y las uvas.
  • Para aderezar nuestras comidas a lo largo de esta etapa de frio, las especias más indicadas son la canela, el jengibre, el ajo, el orégano, la pimienta o la mostaza; eso sí, como ya hemos citado anteriormente, siempre en cantidades moderadas y sin abusar de las mismas. Por último, las cocciones de los alimentos han de ser largas, es decir, tipo sopas, guisos, horneados o planchas.

Dice el Primer Canon del Emperador Amarillo que: “en invierno el hombre debe acostarse temprano y levantarse con el sol alto, permitiendo que la actividad espiritual se mantenga en el interior e impidiendo su exposición al exterior, como si guardase una cosa valiosa. Se ha de evitar a toda costa exponerse al Frio y mucho menos permitir la sudoración, ya que ésta es una forma de desgastar la energía Yang. Y esta es la manera de llevar a cabo el Método para Alimentar la vida (Yang Sheng Zhi Dao), favoreciendo el proceso de cang (acumulación-almacenamiento del invierno). Si este proceso se invierte, la energía del Riñón quedará alterada y al llegar la primavera se estará ante la posibilidad de padecer los Síndromes Wei (debilidad y atrofia) y los Síndromes Jue (Sindromes de a contracorriente energética) en tanto que la fuerza de transmisión a la primavera será escasa.”

Por tanto, durante esta estación debemos prestar especial atención a vestir con ropa de abrigo adecuada -que nos mantenga una temperatura corporal aproximada a 32º o 33º- y evitar al máximo que nuestros pies queden fríos. Ya que éstos, al ubicarse lejos del corazón, su suministro de sangre es más lento y de pequeña cantidad, lo que les hace susceptibles de ser atacados fácilmente por el Frío Patógeno. Y si esto último sucediera, las Entrañas podrían verse afectadas, apareciendo patologías tales como la diarrea, trastornos en la menstruación, impotencia o dolores en la cintura y en las extremidades inferiores.

Durante los tres meses de invierno es también muy importante mantener nuestro cuerpo activo y realizar ejercicio físico que fortalezca nuestra salud (como el Taiji y el Qigong) siempre y cuando éste se realice en el interior. Así, evitaremos entrenar bajo condiciones atmosféricas de mucho Frío, Viento o Humedad. Igualmente, tendremos que ser precavidos con las temperaturas bajas en las habitaciones, las cuales podrían bloquear la energía Yang de nuestro cuerpo y predisponernos a contraer resfriados o catarros. De la misma forma, las temperaturas muy elevadas tampoco son adecuadas, pues podrían favorecer la apertura de los poros de la piel y provocarnos sudoración.

Dice sabiamente el Huang Di Neijing, que “en invierno es conveniente acostarse temprano” -para favorecer la energía Yang- y ”levantarnos tarde” -para proteger la energía Yin y la Esencia-. Este saludable hábito del hombre antiguo nos ayuda a que la energía Yang descienda y se profundice –lo que caracteriza a esta estación- y el Yin y la Esencia puedan acumularse manteniendo el equilibrio de todo el organismo.

Invierno nos invita, por tanto, a la interiorización y al recogimiento, a recargar nuestra energía con el descanso y alimentos apropiados; evitando emociones como la tristeza, la irritabilidad o la ansiedad, que contribuyan a bloquear la energía Yang. Únicamente, cuanto nuestra Mente está tranquila, la energía Yang puede atesorarse en el interior y la energía Yin y la Esencia acumularse, lo cual es necesario para prepararnos para la siguiente estación, la primavera.

martafirma